⌊ÁNGEL DOMINGO⌋

Gerard Guiu es un hombre de los que te tocan con una mirada, su sonrisa y un discurso apasionado. Embajador de la Liga Española de Debate Universitario, ganó su segunda edición en 2001 con el equipo de la Universidad Ramón Llull, en el que compartía atril con Albert Rivera. Todo un dream team. Con 23 años impulsó la asignatura de Oratoria en la Facultad de Derecho de ESADE (Barcelona), siendo pioneros en el país y consiguiendo consolidar la materia. También participó en la creación de la Liga de Debate en Lengua Catalana con el Institut Joan Lluis Vives. Actualmente ejerce, como abogado y periodista, en la sede de la firma Llorente y Cuenca en Nueva York (EEUU). Con 70.000 seguidores es todo un influencer que estos días nos ha contado cómo viven la pandemia del Covid-19 en la Gran Manzana.

¿Cómo se vive desde EEUU la situación actual en España por el coronavirus?
Aquí, en Estados Unidos, la diferencia horaria de seis horas se traduce en una diferencia de la evolución de la pandemia en dos semanas.  Todos los españoles residentes en Estados Unidos vivimos con tristeza y preocupación la situación en España. Hablamos a diario con nuestras familias y amigos. Y esperemos la vuelta a la normalidad de una manera transitoria.

El Covid-19 ya está azotando EEUU, ¿cómo están actuando la ciudadanía y el Gobierno?
Lamentablemente aquí se infravaloró la fácil transmisión del virus. Nueva York, donde vivo ahora, es el epicentro del mundo. Casi triplicamos las muertes que tuvieron en los atentados de las Torres Gemelas en el 2001.  En vista de las noticias que llegan de Italia y España, aquí en EEUU la ciudadanía ha reaccionado más rápido que los gobiernos. Aunque en Nueva York se puede salir a la calle, el 80 % estamos todos en nuestras casas muy concienciados de la realidad.

¿Cómo ves la actuación del gobernador y del alcalde?
El gobernador Cuomo ha sabido aprovechar esta crisis para erigirse como el líder en Estados Unidos que mejor está gestionando esta pandemia. Ha realizado un magifico storytelling con una ejemplar puesta en escena. Ha sido un maestro de la comunicación política.
El alcalde Di Blasio, una vez más, se ha limitado a hablar a sus votantes y ha dejado parte de la sociedad neoyorkina huérfana. Todo el mundo mira y escucha a Cuomo.

¿Y la de Trump?
Trump está muy nervioso y se le nota. En noviembre de 2020 son las elecciones presidenciales. Su único activo era la buena economía. Y el debate ahora gira en torno a primar la salud o la economía. La útlima encuesta destacaba que más de un 51 % de los americanos calificaba de mala la gestión de Trump sobre la crisis del Covid-19.  De aquí a noviembre pueden pasar muchas cosas todavía…

Saber escuchar es fundamental en el debate.

Hablando de Trump, ¿cuál es el éxito de su comunicación?
Trump es directo y autentico. Podríamos decir que es políticamente incorrecto, pero eso le da credibilidad ante su votante. Dice lo que mucha gente piensa y pocos se atreven a decir.
Trump ha revolucionado las tradicionales ruedas de prensa comunicándose via Twitter directamente con los ciudadanos. Aun con su edad, a los 73 años, ha sabido entender las redes sociales y los mensajes claves en una nueva era de la comunicación.

¿Qué opinas de las exposiciones de Pedro Sánchez y su Gobierno en esta situación?
Los discursos del presidente del Gobierno me han sorprendido en negativo ya que considero que es un buen orador. Muy largos y poco contenido. Estas crisis son oportunidades para consolidarse como líder y ganar credibilidad. Como ejemplo citaría el discurso del presidente de Alemania o de la misma reina de Inglaterra.

¿Qué consejos darías, desde la comunicación, para afrontar una crisis así?
Ser muy transparente y sincero. Hablar a la gente con mucha empatía y pocos tecnicismos. Explicar la realidad y las incertidumbres sin problema. Permitir hablar a los científicos cuando sea su tema.

Cambiando de tercio, ¿cómo te influyó participar y ganar la Liga?
La Liga de Debate ha sido de las mejores experiencias formativas de mi vida. A nivel intelectual, por la exigencia y preparación que debíamos hacer. Y, a nivel personal, por la gente extraordinaria que pude conocer y que ahora son amigos.

El gobernador Cuomo ha sabido aprovechar esta crisis para erigirse como el líder en Estados Unidos que mejor está gestionando esta pandemia.

¿Encontraste que lo valoraban las empresas? ¿Lo valoráis desde LLYC? 
Totalmente. Son unas aptitudes que las buenas empresas que saben captar talento valoran muchísimo. Los conocimientos son fundamentales pero cómo los transmitimos es primordial. El día a día en nuestra profesión de asesores de comunicación nos exige saber trasmitir bien nuestras ideas.

¿Qué aporta el ejercicio del debate?
Estructuración mental, desarrollo de la empatía, mejora tu oratoria, etc.

EEUU es la cuna del debate, junto con Reino Unido, ¿lo sigues? ¿Qué repercusión tiene? 
Más que la profesionalización de los clubes de debate en las universidades, forma parte de su modelo pedagógico. Ya en las escuelas se fomenta el hablar en público. Cuando vas a Nueva York en una conferencia, identificas rápidamente los que se han formado en Estados Unidos por su gran capacidad de comunicar en público. Es una inversión educativa que realizan desde pequeños.

¿Notas mucha diferencia respecto al debate en España y los clubes? Allí incluso se dan becas universitarias igual que hacen con los deportistas.
Totalmente. Recuerdo hace 18 años cuando creamos en mi facultad de Derecho de ESADE la asignatura de Oratoria. Fue una revolución. Cuando aquí, en Estados Unidos, había incluso películas hechas sobre las competiciones de debates.

¿Su tradición afecta al debate público? ¿Tiene más nivel en el Congreso o las tertulias televisivas?
En España nos falta invertir más desde las escuelas en fomentar la oratoria y el debate. Es un tema cultural y obviamente se refleja luego en nuestras instituciones o en los debates televisivos.

¿Cuáles son las bases para persuadir? 
Primero, tener conocimiento de lo que hablas para poder construir una buena narrativa con argumentos sólidos. Saber escuchar es fundamental en el debate. Y el ejercicio de la empatía, en entender los argumentos que nos exponen para poder llevarlos a nuestro campo argumental.

¿Qué aconsejarías a los debatientes?
Que lean mucho. Que miren videos de grandes comunicadores y se fijen en la exposición de los argumentos como en el lenguaje no verbal.

¿Fondo o forma?
Los dos. El contenido es muy importante pero si las formas nos pierden… Caí en debates por mi vehemencia en la exposición teniendo argumentos muy sólidos. De todo se aprende.

¿Quiénes son tus oradores favoritos?
En Estados Unidos, destacaría el Presidente Obama, la presentadora de televisión Oprah o el empresario Steve Jobs.
En España, como orador, el abogado Javier Nart, el presentador Christian Gálvez o la voz radiofónica de Julia Otero o Gemma Nierga.

¿Tienes grabado algún discurso que te haya llegado especialmente?
Los dos más recientes, el del rresidente de Alemania o el del Gobernador Cuomo. Discursos de lideres, hablando de emociones y sentimientos.

¿Qué lecturas recomendarías de oratoria o debate?
Hay una amplia gama de libros de oratoria. Tengo un autor preferido, que es Dale Carnegie y destacaría varios de los suyos, entre ellos, El arte de hablar en público.