La Universidad de Salamanca, en colaboración con la Asociación de Debate ADUSAL, organiza el II Foro de Debate Estudiantil sobre Igualdad (FDE=) del 25 al 27 de abril. El FDE=Usal, como cariñosamente lo han bautizado, se estructura sobre el esquema de los torneos de debate de competición en formato académico, combinando el trabajo de los estudiantes en la preparación con las ponencias de los expertos sobre la materia. Una de las novedades de esta segunda edición es la colaboración de estos expertos con sus opiniones, a modo de feedback, tras la finalización de cada uno de los debates sobre las cuestiones planteadas en el mismo.

El objetivo del Foro de Debate Estudiantil sobre Igualdad, explica Adán Carrizo González-Castell, profesor contratado doctor de Derecho Procesal y director académico del evento, es «potenciar el debate sobre cuestiones relacionadas con las políticas públicas de igualdad, invitando a los estudiantes a investigar sobre las mismas y a reflexionar sobre su eficacia. Después de una experiencia de mas de 15 años en el mundo del debate académico, y de utilizar esta técnica como herramienta de innovación docente, nos pareció oportuno crear un torneo de debate de carácter temático sobre igualdad, algo que es completamente novedoso dentro del circuito de torneos».

¿Son las políticas públicas en materia de igualdad suficientes para erradicar la violencia de género entre los jóvenes? Es la pregunta principal del Foro. «Después de tratar hace dos años la efectividad de las políticas públicas en materia de empleo y lucha contra la desigualdad salarial (el año pasado no se celebró edición al suspenderse la convocatoria de estas ayudas) nos pareció adecuado centrarnos este año en la violencia de género y en el desgraciadamente incremento de esta forma de violencia entre los más jóvenes. Consideramos que no hay mejor lugar para visibilizar la lucha contra la violencia de género entre los jóvenes que haciendo a estos partícipes de la discusión y del debate sobre las políticas públicas en esta materia. Invitamos a la reflexión y al debate de los participantes en el torneo con esta pregunta, pero también a la concienciación entre sus compañeros y compañeras de la necesidad de esta lucha», señala Carrizo.

El plazo de inscripción, gratuita, concluye el próximo 13 de abril para un número máximo de 16 equipos. El mejor premio, como recuerdan desde el FDE=Usal, «es aprender y debatir sobre estas cuestiones», si bien «el equipo ganador tendrá la oportunidad de participar en el programa formativo del FDE=Usal como ponente para contar su experiencia, siendo retribuido por ello con la cantidad global de 1.000 euros».

La actividad que cuenta con el respaldo institucional y financiero del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad de España. La Universidad de Salamanca otorga a la participación acreditada un total de 2 ECTS dentro de su programa de reconocimiento académico en créditos por la participación en actividades universitarias culturales, deportivas, de representación estudiantil, solidarias y de cooperación.

Además colaboran el GIR Iudicium de Estudios Procesales de la Universidad de Salamanca, la Unidad de Igualdad, la Asociación de Estudiantes Iberusal y la Asociación Réplica para el fomento del debate académico.

Este torneo tiene previsto un sistema de competición con una fase previa eliminatoria y una fase final con rondas de cuartos, semifinales y final, con la intención de «optimizar los recursos intentando que se realicen el mayor número de debates posible antes de pasar a la fase final».

El responsable del FDE=Usal confía en repetir la respuesta de la pasada edición: «Participaron 12 equipos en representación de 10 universidades. Desde nuestro punto de vista, supuso un éxito habida cuenta de la cantidad de torneos que existen en el circuito nacional y que, por la coincidencia en fechas y por el desembolso económico que suponen, hacen prácticamente imposible a las asociaciones y clubes de debate asistir a todos los que quisieran. En este sentido, echamos en falta la organización de un torneo universitario de carácter nacional, como la Liga Nacional de Debate Universitario, en cuyo proyecto y ejecución tuve la ocasión de participar, primero como debatiente y luego como juez, y cuyo espíritu seria muy conveniente resucitar para, de una vez por todas, volver a tener un torneo nacional de referencia en España».

Ante la avalancha de competiciones, Carrizo opina que «debería haber más filtro que el de la elección del destino y las fechas de realización; es decir, considero que la Universidad debería valorar también el tema y el complemento formativo que aporta a sus estudiantes para, sin desmerecer ningún tipo de torneo ni de pregunta, hacer una elección y potenciar la asistencia a torneos que debaten sobre cuestiones en las que todos y todas deberíamos estar mucho más involucrados. En este sentido, debo decir que el apoyo de la Universidad de Salamanca a este proyecto ha sido muy amplio y que el actual equipo de gobierno, con su nuevo rector, Ricardo Rivero, a la cabeza, está fuertemente implicado en la lucha por la igualdad y contra la violencia de género».

Al tratarse de un foro por la igualdad, surge la cuestión de si existe una equiparación en la participación de oradores de ambos sexos. Su director apunta a que, aunque «no podemos dar unas estadísticas claras sobre este tema, en lo que a mi experiencia se refiere pienso que, salvo excepciones, existe una cierta tendencia a que las oradoras ocupen las posiciones de la exposición inicial y las conclusiones, reservándose las refutaciones para los chicos del equipo, quizás por considerarse (posible micromachismo) que los papeles más agresivos deben ser desempeñados por hombres y los más tranquilos o conciliadores, por chicas. En cualquier caso, sí es cierto que los que hemos sido formadores y capitanes de equipos sabemos que eso es una cuestión de mecánica interna del equipo y de saber en que postura se encuentra mejor cada uno».

El éxito del foro, estiman sus organizadores, radicará en la concienciación de los participantes en materia de igualdad. Tras la experiencia de la primera convocatoria, comprobaron que los estudiantes, en un principio, «no tenían muy claro de lo que iba la pregunta y que, gracias a informarse y a formarse sobre ella, descubrieron su importancia y se fueron convirtiendo en abanderados de la igualdad en sus respectivas universidades, clubes y asociaciones de debate y entre sus propios grupos de amigos, lo que, sin duda, consideramos un logro por el que merece la pena luchar y seguir contribuyendo desde la perspectiva del debate académico».

*Fotografías cortesía de FDE=Usal.